Información del curso

En el estado actual de la comprensión de los desafíos que implica el desarrollo humano en co‐evolución con los ecosistemas ha venido emergiendo la llamada ciencia de la sustentabilidad (Clark et al., 2003; Koss, 2011; Spangenberg, 2011). Surge en un contexto de crisis multidimensional que desafía los enfoques adoptados por las disciplinas tradicionales y en consecuencia a nuestra propia visión del mundo. Se reconoce que en la forma como el modelo económico dominante actual ha concebido los “recursos naturales”, conlleva dos importantes errores (Folke et al., 2002). El primer error es el supuesto de que los ecosistemas responden en forma lineal, predecible y controlable, al uso humano; el segundo es el suponer que los dos sub‐sistemas (humano y natural) deben ser abordados por separado. La emergente ciencia de la sustentabilidad surge ante la necesidad de comprender la complejidad en la que la humanidad está inmersa y la encrucijada en la que estamos para definir el desarrollo humano y nuestro futuro. La complejidad, tanto desde la perspectiva del pensamiento complejo como de la teoría de la complejidad (Walby, 2007; Zoya, 2015), nos confrontan a la dificultad de confiar en la ciencia para pronosticar la evolución previsible de la realidad. También nos hacen conscientes de la responsabilidad ética inherente al uso del conocimiento que impacta sobre el futuro de la humanidad (Rozzi et al., 2015; Garnett, 2018). Al mismo tiempo, nos impulsa a buscar, desarrollar y utilizar nuevas herramientas predictivas, así como a reconstruir nuestros enfoques. En consecuencia, proponemos este curso como un espacio de reflexión sobre el pensamiento complejo, así como una introducción a las nuevas herramientas que están surgiendo para comprender y analizar la complejidad a partir de los datos que emite, los que cada vez más podemos obtener en forma masiva.